lunes, 25 de julio de 2016

 Una vez pensé que te perdía, y yo por dentro moría todos los días un poco más, era tal la pena que ya no quería ni hablar. Una vez me senté a los pies de tu cama, y con los ojos llenos de lágrimas te pedía que ya no más, que dejemos todo de una vez; una y mil veces repetiste no, y que me amabas. 
Caía la tarde y te volvías a ir, te volvía a perder.. y por dentro me iba perdiendo a mi misma, a mis ganas, y a mi felicidad. Todo se derrumbaba a medida que comenzaban los días, yo me volvía más fría, vos más cínico. Pero mi corazón seguís latiendo por vos, y el tuyo también por vos, solamente por vos. 
Así transcurrieron horas, días y meses, y el nudo en la garganta no aflojaba. Otra noche más, las estrellas afuera, yo al pie de tu cama rogando porfavor no volver a pasarlo mas, no quería que te fueras más , no quería seguir sabiendo que habían otras además de mi en tu vida; aunque era yo la que todas las mañanas te llevababa facturas y besos de desayuno.. Me habrás dado los mejores años de mi vida, o no deben existir brazos como los tuyos para aguantar tantas noches suplicando que no te vayas, y la triste certeza de que todos los días de humillaba más como mujer; me habrás dado los mejores besos para que ya ninguna boca sabiera igual, y yo elija una y mil veces los mismos labios. Habrá de valer la pena tanta espera de algo verdadero, para hoy en día seguir acá al pie del cañón.Y
 es la misma vida o destinó, como mejor guste llamarlo, la que te demostro con hechos quien vale la pena y quien no. Fue ella misma la que planto frente a tus ojos y de un sacudon quien nunca te faltó, ni te fallo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario