domingo, 15 de septiembre de 2013

Ayer volviste, como si nada hubiera pasado,  te abrace y te pedí que no me dejes sola; y me dijiste simplemente -tranquila reina-. Soy tu hija, no somos amigos ni nada por el estilo, no podes simplemente enojarte por tus absurdos caprichos, y dejarme los brazos vacíos, no podes simplemente hacer como si no existiese, porque si estoy acá y no te pedí nacer, tengo necesidades, problemas, y te necesito a mi lado para caminar juntos, todavía soy chica;
 no me sueltes la mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario